¿Qué hace un Chief Sustainability Officer (CSO) en una empresa?
En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental y social de las actividades empresariales, ha surgido una nueva figura en el organigrama de las compañías más innovadoras y con visión de futuro: el Chief Sustainability Officer (CSO), o Director de Sostenibilidad. Este rol, que hace una década era una rareza, hoy se ha convertido en un pilar estratégico fundamental para el éxito y la resiliencia de cualquier negocio que aspire a perdurar en el tiempo. Pero, ¿qué implica realmente este puesto? ¿Cuáles son las funciones que desempeña y por qué es tan crucial para el presente y futuro de las empresas? ¡Te lo contamos!
¿Qué es un Chief Sustainability Officer (CSO)?
Lejos de ser una mera fachada de "marketing verde", el CSO es el arquitecto y el guardián de la estrategia de sostenibilidad de una organización. Su misión es integrar las consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza (conocidas como criterios ESG, por sus siglas en inglés) en el corazón del modelo de negocio. Esto significa alinear la rentabilidad económica con el progreso social y la protección del planeta, un equilibrio delicado que requiere una visión holística y una capacidad de liderazgo transversal.
Este profesional actúa como un agente de cambio, un innovador que no solo busca minimizar los impactos negativos de la empresa, sino también identificar nuevas oportunidades de negocio que surgen de la transición hacia una economía más sostenible. Desde la optimización de la cadena de suministro hasta el desarrollo de productos y servicios ecológicos, el CSO impulsa a la compañía a repensar sus procesos para ser más eficiente, ética y, en definitiva, más competitiva.
Cuál es el rol de un CSO en la empresa
La posición del Director de Sostenibilidad es inherentemente multifacética. No se limita a un único departamento, sino que interactúa y colabora con todas las áreas de la empresa, desde operaciones y finanzas hasta marketing y recursos humanos. Su objetivo principal es asegurar que la sostenibilidad no sea un apéndice, sino parte del ADN de la cultura corporativa.
Definir la estrategia de sostenibilidad
Una de las responsabilidades primordiales del CSO es definir y desarrollar la visión de sostenibilidad de la empresa a largo plazo. Esto comienza con un análisis exhaustivo de los riesgos y oportunidades que el cambio climático, la escasez de recursos o las nuevas regulaciones sociales presentan para el negocio. A partir de este diagnóstico, el CSO trabaja con la alta dirección para establecer objetivos claros, medibles y ambiciosos.
Por ejemplo, podría proponer metas como alcanzar la neutralidad de carbono para una fecha determinada, reducir el consumo de agua en un porcentaje específico o garantizar que un alto porcentaje de las materias primas provenga de fuentes recicladas o gestionadas de forma sostenible. Esta estrategia debe estar perfectamente alineada con los objetivos comerciales generales de la compañía, demostrando que la sostenibilidad no es un coste, sino una inversión que genera valor.
La importancia de los datos y la medición del impacto
Para que la estrategia sea efectiva, el CSO debe basarse en datos. La recopilación, análisis y reporte de métricas de sostenibilidad son fundamentales. Esto incluye desde la medición de la huella de carbono y el consumo de recursos hasta la evaluación del bienestar de los empleados o el impacto en las comunidades locales. Herramientas como el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de los productos o los informes de sostenibilidad basados en estándares internacionales como los de la Global Reporting Initiative (GRI) son cruciales en su día a día. Esta información no solo sirve para tomar decisiones internas, sino también para comunicar de forma transparente el desempeño de la empresa a inversores, clientes y otros grupos de interés.
Qué hace un CSO en su día a día
El trabajo de un CSO va mucho más allá de la planificación. Su rol es eminentemente práctico y orientado a la acción, asegurando que la estrategia de sostenibilidad se implemente de manera efectiva en toda la organización.
Impulsor de la innovación y la economía circular
El CSO es un catalizador de la innovación. Constantemente busca nuevas tecnologías, procesos y modelos de negocio que permitan a la empresa reducir su impacto ambiental y, al mismo tiempo, crear nuevas ventajas competitivas. Aquí es donde conceptos como la economía circular cobran un protagonismo esencial.
En lugar del modelo lineal de "producir, usar y tirar", el CSO promueve un enfoque circular donde los productos y materiales se diseñan para ser duraderos, reutilizables, reparables y, finalmente, reciclables. Esto puede implicar desde rediseñar un envase para que utilice menos plástico hasta crear un programa de devolución para que los clientes puedan retornar productos viejos y la empresa pueda recuperar sus componentes. Este enfoque no solo minimiza los residuos, sino que también puede reducir significativamente los costes de materias primas y fortalecer la lealtad del cliente. La transición hacia este modelo es compleja y requiere una formación especializada, como la que se ofrece en programas de posgrado enfocados en las nuevas realidades empresariales.
Colaboración y comunicación
Ningún CSO puede tener éxito trabajando en solitario. Una parte fundamental de su labor es construir puentes y fomentar la colaboración tanto dentro como fuera de la empresa. Internamente, debe trabajar codo con codo con el director financiero (CFO) para demostrar el caso de negocio de la sostenibilidad, con el de operaciones para implementar procesos más eficientes y con el de marketing para comunicar las credenciales verdes de la empresa de forma auténtica y evitar el greenwashing.
Externamente, el CSO es la cara de la empresa en materia de sostenibilidad. Se relaciona con inversores, ONGs, gobiernos y otras empresas para compartir mejores prácticas, participar en iniciativas sectoriales y estar al tanto de las últimas tendencias y regulaciones. Esta red de contactos es vital para anticipar cambios y posicionar a la compañía como un líder en su sector.
¿Qué se necesita para ser un Chief Sustainability Officer?
El perfil de un CSO es híbrido, combinando conocimientos técnicos con habilidades de liderazgo y comunicación. No existe una única carrera que lleve a este puesto, pero sí una serie de competencias clave:
- Visión estratégica: Capacidad para entender el panorama general y conectar la sostenibilidad con los objetivos de negocio.
- Conocimiento técnico: Comprensión sólida de conceptos ambientales (cambio climático, biodiversidad), sociales (derechos humanos, diversidad) y de gobernanza.
- Habilidades de comunicación e influencia: Ser capaz de comunicar ideas complejas de forma sencilla y persuasiva a diferentes audiencias, desde el consejo de administración hasta los empleados de fábrica.
- Liderazgo y gestión del cambio: Inspirar y movilizar a la organización para adoptar nuevas formas de trabajar.
- Capacidad analítica: Comodidad trabajando con datos para medir el progreso y tomar decisiones informadas.
La formación continua es esencial. El campo de la sostenibilidad está en constante evolución, y los profesionales deben mantenerse actualizados sobre las últimas regulaciones, tecnologías y mejores prácticas. Si te interesa el mundo de la empresa y quieres especializarte, existen formaciones como los másteres de la Escuela de Unidad Editorial que te preparan para los retos del futuro.
¿Es necesario el papel del CSO en las empresas?
Contar con un Chief Sustainability Officer no es solo un gesto de responsabilidad social, sino una decisión estratégica con un impacto directo en la competitividad de la empresa. Su labor se traduce en eficiencia y ahorro de costes gracias a un menor consumo de energía y materiales, en la atracción de inversión por parte de fondos que priorizan los criterios ESG, en la fidelización de clientes que valoran cada vez más a las marcas responsables y en la atracción y retención de talento, ya que los empleados se sienten más comprometidos con organizaciones sostenibles. En definitiva, el CSO actúa como un timonel hacia un futuro sostenible, capaz de transformar los desafíos ambientales y sociales en auténticas oportunidades de negocio.
Para aquellos que deseen liderar esta transformación, la especialización es el camino. Programas como el Máster en Economía Circular y Desarrollo Sostenible ofrecen las herramientas y el conocimiento necesarios para convertirse en los CSOs del mañana, profesionales capaces de diseñar y ejecutar estrategias que aseguren un futuro próspero y sostenible para todos.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre un CSO y un responsable de Responsabilidad Social Corporativa (RSC)?
Aunque ambos roles están relacionados, el CSO suele tener un enfoque más estratégico y amplio. Mientras que la RSC a menudo se ha centrado en la filantropía o en acciones para mejorar la reputación, el CSO integra la sostenibilidad en el núcleo del modelo de negocio, vinculándola directamente con la estrategia, la innovación y la rentabilidad a largo plazo.
¿Solo las grandes empresas necesitan un Chief Sustainability Officer?
No necesariamente. Aunque el título de CSO es más común en grandes corporaciones, la función es crucial para empresas de todos los tamaños. En una pyme, esta responsabilidad puede recaer en el fundador o en otro directivo, pero la necesidad de gestionar los riesgos y oportunidades ESG es universal. Lo importante es la función, no el título.
¿Qué impacto tiene un CSO en la rentabilidad de una empresa?
Un buen CSO puede tener un impacto muy positivo en la rentabilidad. Al mejorar la eficiencia energética, reducir los residuos o optimizar el uso de recursos, se generan ahorros de costes directos. Además, una estrategia de sostenibilidad sólida puede atraer a inversores, fidelizar a clientes que valoran la ética y la sostenibilidad, y motivar y retener al mejor talento, todo lo cual contribuye al éxito financiero a largo plazo.
¿Cuánto gana un Chief Sustainability Officer?
El salario varía según país, sector y tamaño de la empresa. En grandes corporaciones internacionales puede superar los 100.000 € anuales, mientras que en pymes el rango suele ser menor.
