P019-G01-V01 Recibos y documentos financieros
Conservar recibos y documentos financieros importantes, ya sea en formato papel o digital, es una práctica esencial para tener un buen control de tus finanzas, demostrar pagos realizados, hacer valer garantías o cumplir con obligaciones legales y fiscales.
📂 ¿Qué tipo de documentos conviene conservar?
Recibos de compra / facturas
Acreditan la compra de un bien o servicio. Necesarios para devoluciones, reclamaciones o garantías.
Certificados de garantía
Permiten exigir la reparación o reposición de productos defectuosos.
Extractos bancarios y justificantes de pago
Permiten controlar movimientos, detectar errores o fraudes, y justificar pagos.
Nóminas o justificantes de ingresos
Sirven para solicitar créditos, alquilar vivienda, declarar impuestos o reclamar derechos laborales.
Contratos firmados
Prueba legal de compromisos asumidos (laborales, alquiler, servicios, etc.).
Recibos de suministros (agua, luz, etc.)
Justifican pagos y pueden ser necesarios para demostrar residencia o reclamaciones.
🧾 ¿Cómo conservarlos correctamente?
🗂️ En formato papel:
- Usa carpetas organizadas por tipo y año.
- Guarda en un lugar seco, seguro y de fácil acceso.
- Puedes etiquetar: “facturas hogar 2024”, “nóminas 2023”, “garantías”.
💻 En formato digital:
- Escanea o descarga documentos en PDF.
- Organiza carpetas en la nube (Google Drive, OneDrive, Dropbox) o en un disco duro externo.
- Usa nombres claros y fechas para facilitar la búsqueda (ej: “Factura_Lavadora_2024-06-01.pdf”).
- Puedes usar apps de gestión documental.
Consejo: Activa copias de seguridad automáticas si usas almacenamiento digital.
⏳ ¿Durante cuánto tiempo conservarlos?
Tiempo recomendado de conservación
Facturas y recibos: Al menos 2-5 años (más si hay garantía o para Hacienda).
Garantías: Mientras esté vigente + 6 meses.
Contratos y nóminas: Mínimo 4-6 años.
Declaraciones fiscales / IRPF: 4 años (España, según prescripción).
Extractos bancarios: 3-5 años.
Recibos de suministros: 1-3 años.
🔐 Seguridad y recuperación
- Protege tu información sensible con contraseñas y cifrado, especialmente si usas la nube.
- Haz copias de seguridad (físicas o digitales).
- Asegúrate de saber cómo recuperar documentos, por ejemplo:
- Desde la web del banco (extractos).
- Desde el email si te lo enviaron en PDF.
- Desde la app del comercio (algunas guardan tus compras y garantías).
Conservar estos documentos te protege legalmente, te ayuda a organizar tus finanzas y te ahorra problemas.