Qué alegría da el deporte. Si Sevilla tiene por sí misma un color especial, como dirían ‘Los del Río’, dar cobijo durante un fin de semana a gran parte de la élite del deporte mundial la convierte en la que tal vez sea la mejor ciudad de España.
Niños, jóvenes y adultos se dieron cita en las diferentes salas habilitadas para celebrar la tercera edición del MARCA Sport Weekend (MSW). Por algo será. No importó si Cafú lleva 13 años retirado o si Carlos Alcaraz está entrando ahora en el paraíso del tenis profesional. Porque el deporte lo tiñe todo. Y hace que el tiempo, aunque pasa para todos, sea más benévolo con aquellos que desataron la locura e hicieron (y hacen) felices a miles de personas cada día. Fue, además, el renacer tras el coronavirus. Muchas de las pantallas dieron paso a historias presenciales, a personajes que explican sus vivencias pudiendo mirar a los ojos a quienes les escuchan. Bendita locura la de Valdano rememorando mil y una veces ese gol que le llevó a la gloria. Ese brillo en los ojos que le asalta al intentar explicar, sin éxito, lo que sintió al ser campeón del mundo no tiene precio.
El MARCA Sport Weekend fue capaz de reunir al presente, pasado y futuro del deporte. Permitió disfrutar a cientos de personas de lo que les hace vibrar a través de palabras, historias y colas, largas colas que no impidieron el lleno prácticamente indiscutible de un evento que marca un antes y un después en el periodismo deportivo.
Queda la resaca emocional de ver a tus ídolos enfrente. Y la vuelta a la banal normalidad.
Por Estefanía Domingo. Alumna del Máster en Periodismo Especializado en Deporte de MARCA.