Francisco Herranz es periodista desde hace más de tres décadas y profesor en el Máster en Edición, Producción y Nuevas Tecnologías Periodísticas de EL MUNDO y en la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación de la Universidad Carlos III de Madrid. Su andadura profesional se inició en el diario El Mundo principalmente en la sección de Internacional. Allí se ganó el apodo de Pakóvich por su gran interés en el mundo ruso. En la actualidad, además de la actividad universitaria, escribe artículos, análisis y comentarios en revistas y publicaciones digitales sobre temas históricos o de actualidad internacional. Acaba de publicar Gorbachov: Luces y sombras de un camarada en la editorial Libros.com. En esta entrevista analiza su libro y la situación actual de la profesión periodística.
¿Por qué un libro sobre Gorbachov? Porque no había una biografía escrita originalmente en español sobre este personaje, al menos que yo la conozca. Y Gorbachov es fundamental para entender la historia de Europa del final del siglo XX, es un político fascinante al que tuve la suerte de entrevistar cuando fui corresponsal en Rusia.
¿Cómo te has documentado para escribir el libro? Las fuentes que empleé para la elaboración del libro han sido múltiples: sus propias declaraciones y entrevistas, sus discursos, sus libros de memorias y de ensayos, los libros escritos por otros sobre él y sobre la Unión Soviética, documentos desclasificados sobre la época del Perestroika…
¿Cómo definirías sus años de presidencia? En realidad Gorbachov estuvo poco más de un año al frente de la Presidencia de la URSS, desde marzo de 1990 hasta diciembre de 1991. Su etapa global como líder soviético, desde marzo de 1985 hasta diciembre de 1991, está lleno de luces y sombras. Por un lado, trajo la libertad de expresión y el multipartidismo a su país. Fue el responsable de transformaciones positivas e irreversibles. Pero, por otro, no afrontó con la suficiente decisión los cambios económicos que necesitaban sus compatriotas y eso desembocó en el fracaso.
¿Qué se va a encontrar el lector? Se encontrará un relato exhaustivo sobre una persona muy compleja en el que se intenta explicar por qué hizo lo que hizo y por qué dudó en hacer otras cosas. El libro tiene muy en cuenta el componente familiar y psicológico, aunque no deja de hablar del contexto histórico.
Futuros proyectos. Ya estoy trabajando en otro libro que también girará sobre Rusia, pero que tiene muy poco que ver con este de Gorbachov.
¿Qué es el periodismo para ti? Una forma de entender la vida, de buscar la verdad, de ser testigo de la historia, de contribuir a un cambio positivo de la sociedad.
¿Crees que es necesario pasar por una corresponsalía para conocer bien la profesión? No sólo creo que es necesario, me parece imprescindible. Ser corresponsal es la mejor escuela práctica de periodismo que conozco. Viajar es vivir. Por desgracia, la crisis de la profesión periodística también ha afectado a esta figura profesional, que está en franco retroceso por cuestiones económicas.
Además del libro, ¿algún trabajo del que estés orgulloso? Estoy muy satisfecho de una entrevista exclusiva que le hice en 1996 en el Cáucaso a Shamil Basáyev, uno de los terroristas chechenos más buscados por Moscú por aquel entonces. Me costó mucho conseguirla.
¿Alguno del que estés menos orgulloso? Alguna crónica escrita con demasiada prisa que llevaba imprecisiones o datos incorrectos.
¿Qué le aconsejarías a un estudiante que quiere ser periodista? Que lea mucha prensa y literatura: dos libros al mes. Que estudie idiomas como el chino o el árabe. El inglés ya debe ir de serie. Que viaje y viva en el extranjero para que se abra su mente.
¿Ha cambiado mucho el concepto de periodismo en las universidades? Sí. Entre estudiantes y profesores, el concepto se ha hecho mucho más práctico y profesional, menos teórico. Pero también se ha distorsionado por efecto del difícil contexto actual. Hay menos rebeldía y más conformismo. Falta entusiasmo.
¿Qué cualidades esenciales debe tener un periodista? Debe ser versátil, organizado, paciente, imparcial, riguroso, preciso, responsable, curioso, disciplinado, proactivo, preparado, autoexigente, ético…