Que la moda y la comunicación tengan una relación más estrecha no es una novedad. Desde hace unos años nos hemos visto obligados a cambiar la forma en la que nos relacionamos debido a los cambios en las nuevas tecnologías. En especial, el sector de la moda es uno de los que más refleja estos cambios.
La figura de los influencers, un perfil nacido en la era digital, ha condicionado a las marcas. A día de hoy muchas de ellas prefieren dejar de invertir en medios tradicionales para apostar por nuevos recursos, como la promoción que pueden hacer los mismos influencers sobre las marcas.
¿Pero es realmente eficaz prescindir de todos los canales tradicionales? Obviamente no. La idea es saber combinarlos para no dejar fuera a ningún target. Hay que saber desarrollar las estrategias para llegar de la forma más optima y sin saturar al público.
¿Cuál es la ventaja de hacer publicidad mediante influencers? Sin ninguna duda la cercanía y confianza que aportan. Los seguidores siguen a estos perfiles por decisión propia, su palabra a través de un post llega a valer mucho más que campañas televisivas de millones de euros. Por lo tanto no es solo la cercania y confianza sino lo económico que puede llegar a salirle a una determinada marca que alguien hable de ella.
¿Y cómo elegir al influencer adecuado? No hay que buscar como loco, a través de un estudio entre diferentes influencers se llega al perfil que mejor se adapta a la marca. No importa quién tenga más seguidores, hay que ver cuál compagina mejor, ya que si no le resulta lo suficiente interesante ni se siente identificado con su público, no obtendrá conversiones. Es muy importante saber transmitirlo para convencer.