Estilista por vocación nacido en 1987 en Oviedo, es el actual Director Creativo del Salón Moncho Moreno. Numerosas artistas, actrices y ‘celebs’, destacando a Juana Acosta y Ana Fernández, han pasado por sus manos a lo largo de su trayectoria profesional depositando su confianza para películas, series e incluso alfombras rojas.

 

Ya fue en su niñez cuando el ovetense puso el foco en el estilismo y la peluquería, y una vez cumplida su mayoría de edad, decidió trasladarse a la capital para trabajar duro y así posicionarse como un referente en este sector altamente competitivo. Perseverancia, ambición y esfuerzo son tres cualidades que amparan una trayectoria prodigiosa en un mundo que requiere renovación constante. Gabriel hace un magnífico tándem entre su labor en el salón y el de estilista de moda, el cual requiere una mayor implicación personal a la hora de afrontar los proyectos sacrificando horarios y vacaciones. “Necesito trabajos y ambientes muy dinámicos. Una característica de la moda es que es muy cambiante porque aporta novedad, además de mucha libertad e inventiva, algo que en el salón no tienes”.

Si algo fascina a Gabriel Llano de su profesión, además del dinamismo y la creatividad que aporta, es hacer sentir bella a una persona. Por ello, asegura que la buena comunicación es un ‘must’ en la profesión del estilista, y reivindica la faceta psicológica del peluquero por su influencia en la autoestima de los clientes.

Actualmente, es uno de los servicios más deseados y reclamados a causa de la pandemia, y todos los indicadores apuntan a que las personas valorarán mucho más la labor y la técnica de los especialistas. Ante la crisis sanitaria, el salón donde colabora Llano ha llevado a cabo una iniciativa solidaria para sus clientas habituales, proporcionándoles el color ya preparado para que solamente se lo tengan que aplicar. “Aún así hay complicaciones, la gente se va a dar cuenta de la importancia del peluquero en su vida”, añade.

Además de desfiles y producciones para revistas también ha intervenido en producciones cinematográficas. “Entre otras, tuve la ocasión de colaborar en la película ‘Sólo Química’ para el estilismo de Ana Fernández y guardo un recuerdo muy agradable”. Aunque a priori la recreación de personajes en series, películas o musicales parezca tener una vertiente más creativa, lo cierto es que Gabriel comenta que su producción es monótona al realizar la misma estética durante un período de tiempo largo, y por eso prefiere proyectos más versátiles.

“Tú mismo puedes ir refrescando tus conocimientos estando al día de las tendencias, consumiendo moda tanto con revistas como otras plataformas”, afirma Gabriel. En consecuencia añade que es imprescindible disponer de una buena base para ejercer, que en su caso se la han dado los años de experiencia, ser minucioso en su trabajo, la observación en los detalles, y cursos de formación, que empezaron en la Academia Rizos. Además de su constante renovación captando las tendencias a través de las principales cabeceras de moda, asegura que una gran fuente de inspiración son las ciudades y la energía que le transmiten sus gentes. Entre sus favoritas se encuentran París, Madrid y Nueva York —donde también tuvo ocasión de formarse durante unos meses—. Entre sus épocas favoritas se encuentran los peinados y las ondas de los años 20 y 40, aunque afirma, que su recreación es más complicada. “Me gustan las mujeres femeninas y arregladas, aunque sin excesos, y esa época refleja mucho eso”. También declara  especial agrado por todo lo que simbolizan los años 80, una época que marcó un antes y un después en materia de estilismo, maquillaje y peinado.

En cuanto a sus planes a largo plazo, Gabriel Llano comenta no tener un objetivo del todo definido, pero si ronda en su cabeza abrir su propio salón, aunque aclara sentirse francamente cuidado y muy a gusto en Moncho Moreno.

 

Víctor Bustamante (XI Promoción 2019_2020)