La industria de la moda se viste de negro. El pasado sábado 10 de marzo saltaba a la luz una triste noticia: había muerto a la edad de 91 años el modisto Hubert de Givenchy, el último couturier que dio vida a una nueva definición de elegancia. La noticia, tan inesperada como triste, conmovió a todo el mundo y qué mejor que desde el Máster Oficial en Comunicación de Moda y Belleza Telva y Yo Dona para rendir tributo a un grande entre los grandes. De la mano de Mercedes Rodríguez, directora del Máster, y Charo Mora, periodista experta en moda y comisaria de exposiciones, los alumnos del Máster hemos tenido el privilegio de recibir a lo largo de varias sesiones una formación en historia de la moda y de las marcas. Y es que sin esta cultura no habría comunicación ni periodismo de moda posible.
Diseñador de cabecera de estrellas como Audrey Hepburn, su musa, confidente y amiga, o Jackie Kennedy. Fundó en la década de los 50 la Maison Givenchy, una de las firmas de moda más importantes a nivel internacional. Como si de un artesano se tratase, Hubert de Givenchy, para quien “el vestido debe acomodarse al cuerpo de la mujer, no el cuerpo de la mujer a las formas del vestido”, modelaba sueños, que no cuerpos, sirviéndose de colores, tonalidades, tejidos, texturas, volúmenes y formas.
En la década de los 50, el diseñador creó el famoso término “prêt-à-porter” y su primera colección femenina de alta costura. En el año 1973 lanzó su primera colección masculina y años después, en 1988, decidió vender su maison al grupo LVMH. Finalmente, en 1995 el maestro vio la oportunidad de retirarse. Su legado, puro y elegante, destaca en la actualidad por piezas que incluso forman parte de la historia del cine del siglo XX, como el famoso little black dress que lució Audrey Hepburn en la película ‘Desayuno con diamantes’. Además, creaciones como su vestido saco y su blusa Bettina establecieron en la década de los 60 unos códigos de vestimenta femeninos muy característicos, transmitiendo un mensaje que, más tarde, perduraría en el tiempo. Y es que, efectivamente, todas las obras de arte mantienen su valor intacto a lo largo de los años y la moda, como manifestación del arte que es, no iba a ser menos.
Para un estudiante de comunicación de moda no es solo imprescindible tocar, palpar, admirar y sentir ciertos tejidos, sino poder ir más allá, conocer la moda como fenómeno sociológico y cultural. Los alumnos del Máster Oficial en Comunicación de Moda y Belleza Telva y Yo Dona tenemos la oportunidad de experimentar de la mano de verdaderos profesionales del sector el papel que ha desempañado la moda como forma de expresión de la sociedad de un determinado momento. El modisto dejó a sus espaldas el pasado 10 de marzo no solo una exquisita y muy larga trayectoria en la industria de la moda, sino una figura cultural que ha marcado por completo un antes y un después. Probablemente, ya nada vuelva a ser como antes. Mientras tanto, larga vida a la cultura, larga vida a Hubert de Givenchy. Alba María Alarcón Arriaza. Alumna del Máster Oficial en Comunicación de Moda y Belleza Telva & Yo Dona