La comunicación política ha cambiado considerablemente desde la aparición de las nuevas tecnologías. Las estrategias convencionales cada vez son menos efectivas y dejan paso a nuevas formas de llegar a la audiencia a través de canales online, con herramientas que permiten una comunicación directa, instantánea y bidireccional. Actualmente el groso de votantes está presente en las redes sociales. Los partidos políticos cada vez toman más conciencia de este hecho y articulan sus tácticas en torno a este nuevo paradigma.
LAS REDES SOCIALES COMO EL MEDIO DE COMUNICACIÓN POLÍTICA PREPONDERANTE
Las plataformas de comunicación social son una forma novedosa de transmitir un determinado mensaje los potenciales votantes de forma instantánea, directa y activa que, además, cuentan con una característica todavía más importante -> nos permiten recibir/medir el feedback.
Twitter es, actualmente, la red social por antonomasia en lo referente a la comunicación política. Además, es un importante eje de debate entre el electorado. Otra plataforma de especial utilidad en este ámbito es Whatsapp, cada vez más utilizado para la movilización y el activismo. Por su parte, Instagram se presenta como un novedoso descubrimiento para enseñar el lado más cercano y humano de los dirigentes políticos.
Finalmente, el gigante Facebook es especialmente útil a la hora de generar publicidad pagada dirigida a un target muy concreto. El principal problema de la red social de Marck Zuckerberg, es la proliferación de ‘fake news’, que pueden alterar el estados de opinión en torno a informaciones falsas, manipuladas o tergiversadas.
LOS INFLUENCERS DIGITALES COMO LÍDERES DE OPINIÓN
La figura del influencer es especialmente relevante en el caso de la comunicación política. Las opiniones escritas o en formato audiovisual son especialmente útiles para llegar a los votantes, generar un mayor interés o un foro de debate en torno a diversos temas.
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